18.9.06

Tantas noches que quise probar tu sangre, y quedarme con un pedacito de tu piel, para tenerla en momentos como este, que se veian venir desde un principio.
Te has apoderado al maximo de mi fortaleza como animal ciega de batalla que soy.
Aceptar que tu débil convicción de querer o no querer, o no saber, o no poder complacerme con tu verbo, me ganó, será la derrota más bien disfrutada y nunca antes vista de esta corta y preciosa vida que tuvimos juntos.
Me estiro y espero que algo enrosque tu espalda en flor, ojalá que sea cierto que odio tu espalda, cuando respiré dentro, penetraba tu ojo en mi ojo.