Me despido de tí,
la tregua queda en mi regreso sin determinación,
no me permitiste quedarme a tu lado,
me cerraste las puertas de tu casa a penas viste que me acercaba,
yo puse el pie y entré sin permiso,
tal vez te sentiste asaltado pero yo no quería estar en otra parte que no fuera contigo,
fue lindo el sueño,
fue exquisito despertar todas las mañana junto a tí,
fue maravilloso ver tu rostro al amanecer, a veces despierto, a veces nublado,
hasta este segundo me fascina darme cuenta que estoy dentro tuyo,

Al fin volví a tí pero no te diste cuenta de mi sacrificio, no tomaste en cuenta mi valor, le diste la espalda a mi anhelado deseo de volverme a sentir en ti.

Santiago, dulce Santiago, aunque me hayas despreciado yo te sigo amando, el sentimiento no se acaba así como por arte de magia, estaré insistiendo, seguiré en esta lucha por ti y por mí, no me imagino en otra parte que en tus calles, con tu gente, y tu vida hermosa y oculta.

Ahora vuelvo al sur, prepárate que regresaré para quedarme contigo y espero que sea para siempre.