Desperté de una fuerte pesadilla, para llegar hasta acá, de pronto me vi sola.Por primera vez a los 21 años viví en carne propia unos segundos de soledad absoluta, tanta gente a mi alrededor y nadie que me diera una mano, de pronto me di cuenta que la pesadilla de la que estaba saliendo, en verdad habia sido un sueño muy placentero. Pero la vida es así, dura, injusta, oscura, silenciosa, dolorosa, muy dolorosa, pero está la muerte, se acerca la muerte, cada día más venidera, cada segundo más aceptada, la vejez no, eso sí me da miedo, verguenza, asco. Pero la muerte me gusta, me satisface pensar en que existe. No la veo como salida única, no soy cobarde, pero si la veo como un gran alivio, cuando la siento venir, la abrazo con fuerza y me entrego casi por entera, pero se esfuma y se arranca como una mariposa. Pero no es un escape, por lo menos para mí, quiero que esta fase de mi vida la viva como deba vivirla pero que sea de corta vida.